Bien, veamos que encontramos aqui. Ahh!! mirar. Esto es una mascara de mojo malo, jeje no es un objeto muy curioso ya que existen cientos de copias en Zul Farrak pero esta amigos es más especial que todas las demás. Vereis todo comenzó...
Un día tras volver de una expedición a Uldamar a recuperar un libro antiguo fui a la biblioteca de Forjaz a redactar el informe de la misión. Me llevó mucho tiempo el cual pase sentado en una vieja mesa de madera frente a un candil oxidado que me iluminaba levemente. Forjaz ya dormia solo oia en la lejanía los martilleos incesables de aquellos herreros que nunca duermen, ya estaba cansado y medio dormido a medio acabar cuando de pronto.
-AHH. Un grito detrás de mi ,que retumbo hasta en la última caberna de la montaña, me despertó y del susto me hizo saltar de la silla por encima de la mesa y caer al otro lado tirando a mesa y derramando todos los pergaminos y la tinta por todo el suelo, cuando me recupere y levante la cabeza, resultó que el grito lo hizo mi como siempre ``graciosisimo´´ amigo Kalisto, un enano sacerdote un humor un tanto peculiar.
-MALDITO SEAS KALISTO. Grite - MALDITO TÚ Y TU PRIMA, que pretendes matarme de un susto.
-JAJA. rio descaradamente.- Siento haberte despertado asi pero no pude resistirme, ya sabes como soy. Veras he venido a hacerte una proposición. Pero acaba lo que estes haciendo. dijo soltando una lágrima de la risa.
-Con mucho gusto. le respondí con ironía y a regañadientes.
Saque mi viejo libro de hechizos y aplique un hechizo que aprendí en Quel´Thalas -haza malanorei. dije, y la pluma con la que estaba escribiendo el imforme empezó a escribir sola y a terminar el informe por mi.
Me gire hacia Kalisto el cual me invitó a pasear mientras me comentaba su proposición. Mientras caminabamos por las solitarias calles me contó que estaba preparando una expedición a Tanaris porque al parecer habian encontrado una forma de poder acceder a Uldum y que en su travesía había sitio para mi. Los ojos se me encendieron ¿Uldum? la última ciudad de los titanes antes de avandonar Azeroth, eso era algo que no me podía perder, mi respuesta fue un si casi instantaneo. La expedición partia al día siguiente para en tres semanas llegar a Bahía Botín y coger el barco a Tanaris.
Velozmente fui a mi casa a por mi equipo, después de tropezar por las escaleras y morderme la lengua, por cierto eso de cuanto más grande eres más dura es la caida es mentira aun me duele la lengua, cogi mis pociones, las runas de portales y partículas arcanas para el intelecto pero no cogi la piedra del hogar (cosa que luego lamentaria), reordene mis correos y deje suficiente comida al unicornio rosa invisible como para unos 3 meses, ah, y por supuesto un cabezazo. Me sente en la cama apague las luces y en la oscuridad esperaba el alba del dia siguiente que indicaria el inicio de una gran aventura que sin duda sería legendaria.
Bueno chicos voy un momento al cuarto de baño y a pedir un vaso de leche fria con hielo, ahora vuelvo y siguo con la historía.
ResponderEliminarParece mentira que no sepas Vati,que la curiosidad de los magos es inagotable...en fin,aqui te espero espectante mientras miro con desconfianza la máscara de mojo malo...
ResponderEliminar"y deje suficiente comida al unicornio rosa invisible como para unos 3 meses, ah, y por supuesto un cabezazo". Esa parte me a matado XD.
ResponderEliminarSigue contando tu historia, Maese Vatilion. Quiero saber los misterios que desentrañaste en tu viaje a una de las ruinas titánicas mas antiguas que existen en Azeroth... O donde no debo pisar si oso aventurarme algún dia por esos parajes.