lunes, 18 de abril de 2011
La máscara ¿maldita?. Bahía Botín.
Tras varias semanas de travesía e incontables contratiempos finalmente, llegamos a Bahía Botín, a la tarde anterior de coger el... eso... si eso que se mueve en el mar.
Descargarmos la caravana mientras aun el sol se encontraba presente e introducimos las provisiones en el barco. Todo estaba listo para la expedición a Uldum solo se interponía entre nostros y la ciudad de los titanes una inmensa masa de agua. La cual surcariamos al día siguiente cuando el sol estuviera más alto.
Llegó la noche y la expedición fuimos a la taberna local a tomar una pinta. ¿Sabeis que una cantina con un enano es una fiesta? pues imaginad trece.
El ambiente de la cantina era similar a la de las posadas de Forjaz. Los enanos bailaban y bebian al son de una canción que todos hemos escuchado pero que sin embargo la cual nunca hemos visto quien la interpreta. Reix se encontraba presidiendo la mesa donde la expedición cenaba, él se encontraba tranquilo, sereno estirado en la silla posando sus pies en la mesa, pronto saco su pipa y comenzó a fumar disfrutando de cada calada que le daba haciendo anillos con el humo que expulsaba y repasando la habitación de una punta a otra con la mirada.
Yo tras varias cervezas y con la cantidad de humo que inhale me vi obligado a abandonar la posada. Ya estaba avanzada la noche y las estrellas brillaban con intensidad reinadas por la luna llena (siempre llena) y un rasca (frio) que te obligaba a frotarte los brazos.
Decidí salir a pasear por los alrededores de la ciudad, cruze la puerta del lugar y comenze a deambular por Tuercespina sin un rumbo fijo, me aleje de la ciudad lo suficiente como para dejar de oir los gritos que provenian de la taberna.
La selva estaba tranquila, oscura solo iluminada por la luz de los astros, ni un ruido. Segui andando por el lugar cuando vi alla a la lejanía una fuente de luz blanca brillante. Fui directo atraves de la maleza hasta el foco de aquella luz y encontre algo maravilloso.
Un lago, un pequeño estanque de aguas tranquilas en las cuales la luz de la luna se refejaba de tal manera que llamaría la atención del último y más tonto gnomo del lugar. Era precioso, la brisa suave que recorría mi barba, el lento pero constante caudal moviendose pausadamente, el leve olor a hojaplata, era un lugar donde uno se podia realmente encontrar en paz y armonía.
Me descalce y fui hasta la orilla para meter los pies dentro del agua, el agua estaba helada pero resistí el frio los primeros segundos mientras el escalofrio que me produjo tocarla aun me recorria asta la última fibra de mi cuerpo, ¿Por que lo hice? pues porque me daba gustico.
Me sente en la hierva más atras para recuperar la sensibilidad en los pies. Yo seguía a lo mio tan tranquilo cuando Kalisto aparecio de las sombras, sorprendentemente sin intención de darme un susto, sino que con voz tenue para no perturbar demasiado la paz que allí se respiraba dijo:
Creo que este lugar supera a Claro de Luna-.
Si, es precioso, en verdad no ahí lugar horrible, sino lugar poco apreciado-. Le conteste- Hemos hecho de todo juntos, hemos estado en todos los lugares y nos han ocurrido historías que dejarian mal a las de los cuentos-.
Lentamente mientras hablaba Kalisto se sentó junto a mi.
No ahi lugar horrible solo personas horribles-.
Tras esa última frase ambos quedamos en silencio por el pensamiento que nos provocó esa última frase y aunque no soy adivino se que Kalisto pensaba en lo mismo que yo. ¿En que? pues en la guerra, en la segunda guerra en la cual combatimos codo con codo, más concretamente en una anecdota que pasó al final de ésta pero eso se sale de la historía.
Tras unos momentos Kalisto, el cual estaba sumido profundamente en su mente, se levantó de un salto y con un tono de voz alto me dijo:
Estan a punto de cerrar las puertas de la ciudad más vale que vuelvas ya o dormiras aquí esta noche-.
Y se fue alejando entre el follaje. Me levante despació y aun concentrado observe por última vez el lago y volví a la ciudad, al día siguiente me esperaría un día muy duro.
Aun recuerdo lo mal que lo pase el barco... urgh...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)