Veamos por donde iba, a si ...
Unos minutos antes del alba me dirigí hacía la puerta de Forjaz cruzando las aun solitarias calles de la ciudad para observar una vez llegado al pórtico a los enanos ya listos para iniciar la excitante travesía que podría cambiar nuestro conocimiento del mundo. Todo estaba dispuesto la caravana estaba compuestas por tres carros cubiertos por una lona que serian tirados por un grupo de carneros jovenes y fuertes, comida, armas y munición, planos, trece enanos y yo. Salude a los enanos aun medio dormidos apoyados en la pared que me recibieron con muy buena gana, aunque no todos.
-Tú, gnomo ¿eres el amigo de Kalisto?. se refirio a uno de ellos, el enano más anciano, mientras se acercaba a mi con cara de pocos amigos. Se trataba de Reix el lider de la espedición, tenia una gran barba blanca y rizada, poco cuidada, un parche en el ojo diestro y cojeaba.
Me miró fijamente a la cara y echandome el aliento en la cara sugirio con sus ojos (bueno ojo) que no estaba preparado para esto. Desde luego un hombre de pocas palabras pero entendí perfectamente lo que queria, cuando acabo de observarme, se volvio hacia sus hombres - Todos listos, vamos ratas partamos antes del proximo cataclismo- gritó con ironía (pero casi acierta).
Partimos en lo que parecia un viaje tranquilo hacia Bahía Botín, yo me mantenia en el primer carro de toda la caravana, observando por mi catalejo las interminables tierras heladas de Dun Morogh. Durantes las primeras horas de viaje todos estabamos callados, los enanos mostraban en su rostro orgullo y serenidad algo que yo no sentía pues estaba extremadamente emocionado, en mi misma caravana ibamos Reix, Kalisto y yo. Todo era perfecto me encontraba agusto y bien cuando Kalisto rompio el silencio.
¿No estas nervioso Vatilion?- me preguntó
Si-respondí velozmente- Es un viaje estupendo y estoy deseando llegar a Bahía Botín y coger el zepelín con lo que me gustan. Acto seguido en mi cara se dibujo una sonrisa.
¿Qué estas hablando viejo gnomo?-Interrumpió Reix- No vamos a tomar una de esas maquinas del infernales.
Pronto se fue la sonrisa por la duda- ¿Si no vamos a ir en Zepelín como iremos?- pregunté con voz leve.
Kalisto rio en voz baja. -Pues en barco ¿En que vamos a ir sino?.
La cara se pinto de un blanco más blanco que la blanca nieve, la vista se me nubló, la tierra empezó a darme vueltas, me apoye en uno de los laterales de la caravana y comenze a potar.
JAJAJA ¿Qué te pasa gnomo no soportas los barcos?- preguntó Reix con tono Burlón. No ostante yo no estaba en condiciones de contestar y lo hizo Kalisto por mi.
OO Reix. -contestó Kalisto- Aqui te presento el Talón de Aquiles de Vatilion, no puede ni oir hablar de ellos pronto se pone a vomitar y a delirar.
Reix rio con júbilo y toda la caravana con el (creo que hasta los carneros rieron) mientras yo en el fondo de mi ser pensaba para mi mismo -Maldito seas Kalisto me las pagaras.
Y así comenzó el viaje a Bahía Botín... un viaje que cada vez se volvia mas y mas duro para mi...